martes, 28 de septiembre de 2010

ESPEJITO, ESPEJITO.

Desde siempre he soñado con ser como tú, pensaba Angélica mientras miraba la foto de una de sus modelos favoritas.
En ese momento entró su mamá a la habitación de Angélica y la encontró casi a oscuras, pues solo una pequeña lámpara alumbraba una de sus revistas que tanto le gustaba leer, así mismo la mamá notó que el espejo estaba tapado con una sabana en medio de la oscuridad le preguntó: ¿por qué estas a oscuras y con el espejo tapado con esa sabana?, Angélica le respondió: hay mami no quiero mirarme, además tú sabes lo que pienso dse ese espejo y te he pedido que lo quites y no quieres.
La mama le dice: tu también sabes lo que pienso, si tan solo te dieras cuenta lo linda que eres, con un rostro hermoso, yo estoy muy orgullosa de tener una hija tan bonita.
- OK mami gracias, ¿me dejas sola?
- Hasta mañana mi amor, que descanses.
Ya entrando a su habitación la mama le dice a su esposo: estoy muy preocupada por la niña anda muy sola y le tiene un terror al espejo.
- la verdad es que si, me preocupa porque ella está muy encerrada en que está gorda y que nadie la va a querer y la va a aceptar, si solo se diera cuenta que es la gordita más bella del mundo.



Un día mientras caminaba al colegio se encontró con Laura su mejor amiga y quien era además una niña muy popular, en el camino al colegio se tropezó con el niño mas lindo que jamás había visto llamado Andrés quien había quedado encantado con los ojos de Angélica, quien a su vez estaba embobada mirando al niño mas lindo del mundo según ella.
Ese día Angélica no hizo mas nada que pensar en Andrés y decía: ¿será que si me va a querer así gorda como soy?, decidió contarle a Laura que había quedado enamorada de ese niño, pero que al mismo tiempo eso nunca iba a poder ser, ya que él nunca se fijaría en una niña gorda como ella y le dijo a la amiga en medio de risas y un poco triste: creo que me voy a quedar para vestir santos.
Laura riéndose le dijo: no seas boba, tú eres muy linda y lo sabes y no solo lo que importa es ser flaca o no, lo importante es que eres muy bella e inteligente además.
- aja ya te creí, olvídalo ya si además ya te dije eso nunca va a pasar, es más él nunca sabrá lo que siento por él, que lo amo, dijo en medio de un suspiro.


Así transcurrió el día en el colegio, luego mientras caminaba hacia su casa, se encontró sorpresivamente con un duendecito el cual le dijo:
-¿por qué una niña tan linda como tú está tan triste?
-¿Tú quien eres, un Duende?, hay no ahora si me enloquecí.
- si, soy un Duende y no estas loca o bueno si un poco loca porque ¿ como te puedes creer fea?.
- discúlpame pero yo no me creo fea, soy gorda que es peor, ¿aja y tu como sabes eso?.
Yo se muchas cosas aja y si eres gorda eres la gorda mas bonita que he visto
- ¿en serio?, mira que me lo puedo creer
- Esa es la idea que lo creas porque así es y sabes que ese niño también piensa lo mismo de ti.
- Pellízcame si! Por favor pellízcame porque ya no solo me enloquecí sino que puedo estar soñando.
Y el duende la pellizcó
- aauuhh!!!, eso dolió así que no puedo estar soñando, pero loca si estoy como así que hablando con un DUENDE, esto nadie me lo va a creer.
- seguramente no, pero sabes que no todo el mundo puede hablar con uno de nosotros; ¿te puedo dar un consejo?
-si claro, ¿supongo que si?
- deja salir esa niña hermosa que eres,¿estas segura que si tuvieras la oportunidad de ser flaca como tus amigas las de las revistas, serias mas feliz?, la felicidad está precisamente en aceptarnos como somos; flacos, gordos, altos, enanos y hasta duendes o tu crees que yo siempre quise ser un duende, pues no yo quería ser un chico normal, así como tu o como ese del que estas enamorada, pero no aprendí que esto no lo podía cambiar y tuve que aceptarme así; chiquitito, con orejas grandes y hasta feo, pero sabes que soy feliz así; ahora tú con unos ojos tan lindos, un cabello hermoso y una piel suavecita y sabes que tienes una hermosa sonrisa. Que te hace pensar que esas flacas que tanto idolatras son felices, míralas bien y te darás cuenta de que ellas son todo el tiempo una pose y nada más.
Espero no te haya molestado mi consejo le dijo mientras se marchaba, de repente se devolvió y le entregó algo y le dijo; toma te regalo esto y ojala cuando lo abras descubras lo realmente importante y a partir de ahí puedas sonreír como nunca lo has hecho y aceptes que si eres muy linda así como eres.

Camino a su casa no hizo mas que pensar en todo lo que ese gracioso personaje le había dicho, llego a su casa, entro a su habitación y abrió el regalo que le había regalado el duendecito y se sorprendió al ver lo que le había regalado era un espejo , por un momento pensó que él se estaba burlando de ella , pero recordó el consejo que este le había dado, por un momento sintió que estaba librando una batalla con ella misma, con su miedo a mirarse y con lo que el duendecito le había dicho, pero en ultimas decidió mirarse y descubrir quien era y notó que si, que era muy linda y se dijo; no sabia que tenis una nariz tan bonita, o ¿será que éste espejo es mágico?, para comprobarlo salió corriendo para donde su papá y le preguntó; ¿ papi tú crees que tengo una nariz bonita?.
- el papá se sorprendió con esa pregunta y sonrió diciéndole; no, bonita no hermosa, es mas toda tú eres hermosa.
- Gracias! Tan exagerado, pero sabes que si descubrí que soy linda, le confesó a su padre; quien le manifestó su alegría por todo eso que estaba diciendo.
- Cuando se marchaba nuevamente a su habitación gritó ¡SOY FELIZ!
Entro a su habitación abrió las ventanas, destapó el espejo y ya con luz en su habitación se encontró con una de las miles de revistas que coleccionaba y nuevamente recordó las palabras del duendecito quien le había dicho; “míralas son solo una pose”, y eso hizo miró a todas las modelos y sonrío diciendo, si es cierto son una pose, parecen una fotocopia, hasta feas son, ¿ en qué estaba pensando queriendo ser así?, yo soy mas linda y se paró frente al espejo que había tapado por tanto tiempo y en ese momento sintió una emoción que le invadió todo el cuerpo, se sintió feliz porque había aprendido a aceptarse tal como era, en ese momento dijo; “Bueno menos mal no chiquitita y orejona como tú”, dijo mientras pensaba en el duendecito y se reía con mucha ternura por quien le había cambiado la vida ya que era otra Angélica.

Mientras tanto el papá le estaba contando todo a su esposa, quien un poco asustada a la habitación y se sorprendió al ver las ventanas abiertas, el espejo destapado y sobre todo Angélica frente a él y que además se veía muy feliz con un brillo especial en sus ojos.
Angélica miró a su mamá, la abrazó y le dijo; mami tenias razón soy muy linda ya lo descubrí, ésta al ver la emoción en los ojos de su hija lo único que pudo hacer fue llorar pero también de felicidad y le dijo, me alegra mucho que por fin lo hayas descubierto.
De un momento a otro le preguntó a su mamá; mami, ¿ crees en lo duendes?, la mamá se sorprendió y le dijo: duendes ¿ qué locura es esa?
- olvídalo mami, si es una locura, sonrió, locura a la que le debo mi felicidad.

Al día siguiente, camino al colegio llegó al mismo sitio donde se encontró al duendecito esperando verlo otra vez, luego de un rato al ver que no salía, muy triste decidió marcharse, cuando de repente escuchó una vocecita que le dice;
- no pensaras irte y llevarte mi regalo porque ese regalo es para ¿cierto?
- Angélica se alegró al verlo y le dijo; si claro, mira te traje una torta de chocolate que preparé para ti con ayuda de mi mamá claro.
- Si porque como tu como vas a saber hacer torta de chocolate si nunca has comido chocolate, déjame decirte que te has perdido de una de las delicias de la vida es muy rico el chocolate, decía mientras comía un poco de torta.
- Me alegra que te haya gustado a propósito es una manera de darte las gracias por todo lo has hecho por mi, mi vida es otra ahora soy feliz.
- Está bien, pero por favor no vuelvas burlarte de mis orejas, porque déjame decirte que yo también soy muy lindo.
- Pues si eres el mas lindo de todos los duendes, le dijo con ternura Angélica.
- Será porque soy el único que conoces. Jajaja, le dijo mientras reía con la boca sucia de chocolate.

Después de eso Angélica se fue para el colegio y le contó todo lo que le había pasado a su amiga Laura, quien se alegró mucho por ella y que sobre todo se reía mucho también con el cuento del duende el cual no creyó mucho, pero bueno a ella lo que le importaba era que por fin su amiga había cambiado su amiga así fuera por la gracia de un duendecito como le decía Angélica.
Luego cuando estaban en descanso de clase Andrés se le acercó a Angélica y le regaló un chocolate y esta lo recibió con agrado cosa que sorprendió mucho a Laura ya que Angélica en su vida había tenido un chocolate en sus manos, lo único que se le ocurrió decir fue; ¡MILAGRO!, tú recibiste un chocolate y ¿te lo vas a comer? Esto si no lo puedo creer el cambio es en serio, que bueno amiga ya era hora.
-Angélica en ese momento recordó cuando el duendecito le había dicho que se había perdido de unos de los placeres de la vida al no haber comido nunca un chocolate y decidió probarlo y efectivamente sintió como se derretía en su boca y emocionada dijo; como es que nunca me había comido algo tan rico y sonrió.

Así fueron pasando los días y Angélica poco a poco fue cambiando su modo de vida ya había dejado de ser un conejito que solo comía lechugas y zanahorias, había convertido al espejo en uno de sus cómplices y así como le había dicho el duendecito entendió que ser godita era algo que ella no podía cambiar, sobre todo porque ya no le interesaba hacerlo había aprendido a aceptarse así y empezó a gustarle la Angélica que veía cada vez que se miraba al espejo y lo feliz que se sentía de ser así.
Con el pasar de los días se hizo novia de Andrés ese niño hermoso que una vez ella creyó que nunca se fijaría en ella y que además la quería mucho y la aceptaba así como era; además una de las cosas buenas era que ya no se iba a quedar para vestir santos como ella creía lo cual era un alivio para ella pero que le causaba mucha gracia haber llegado a pensar eso.

Un día, como la hacia a diario llegó a visitar al duendecito, pero esta vez iba con Andrés pues ella quería que se conocieran.
Se sentaron a esperarlo y así lo hicieron durante un buen rato pero él no llegó, Angélica se acercó a la piedra donde él se sentaba y encontró una hoja de papel que decía:
“ sabia que vendrías a verme y también se que te debes estar preguntando por que no he llegado a saludarte, pero es que ya no me necesitas ya estas bien, estas feliz y has aprendido a valora lo que tienes, lo que eres, se que hoy por hoy eres una niña realmente feliz, no dejes que esa felicidad te la arrebate nada porque si tu eres feliz ten la seguridad de que yo lo seré, porque pudiste aprender que hay una belleza interna que cuando la descubres y la das a conocer no hay ni habrá en el mundo nadie mas lindo que tu, voy a estar siempre muy cerca de ti y ¿sabes por que te regale ese espejo?, si porque yo soy el duende de los espejos ese que tanto odiabas y que no querías que reflejara en él tu bello rostro, siempre estaré ahí mirándote y cada vez que te pares frente a u espejo hay estaré yo para recordarte lo linda que eres y la bellaza que irradias al sonreír, espero sigas siendo muy feliz y que cultives día a día esa belleza que tienes, regala siempre una sonrisa porque ya que aprendiste y descubriste lo lindo que es sonreír no dejes de hacerlo e ilumina al mundo con esa sonrisa hermosa que tienes y alúmbralo con cada parpadear de tus bellos ojos, recuerda que siempre voy a estar pendiente de ti “.
Al leer esto Angélica se sintió la niña mas linda del mundo porque por fin había comprendido el sentido de mirarse y aceptarse tal cual era y sobre todo que le gusta lo que veía, porque veía a la niña mas afortunada, feliz y hermosa de todas.


FIN.

Miriam Peñaranda 20081430581

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